Hay cuestiones que podemos modificar y hay cuestiones que están fuera de nuestro alcance. Si conoces algo de coaching, habrás escuchado hablar de las distintas posturas que podemos tomar ante diversas situaciones que se presentan: podemos ser víctimas y seguir adelante sufriendo porque no podemos hacer nada al respecto o, podemos ser protagonistas y tomar las riendas de nuestra vida.
Esta caricatura la tomé de una página que sigo en LinkedIn que de una forma muy sencilla explica conceptos bastante complejos. En este caso, hace referencia a la gestión del tiempo. Este tema es muy común y si alguna vez asististe a un taller de gestión del tiempo te habrán dicho la famosa que dice que es realmente imposible gestionar el tiempo, la clave está en gestionar qué es lo que vos haces con él.
Para todas las personas los días duran 24 horas, todos gestionamos la misma cantidad de minutos, sin embargo... en la misma cantidad de minutos la cantidad de tareas que completamos puede variar de una persona a otra. Exactamente la misma tarea, en el mismo período de tiempo, puede variar la cantidad que completamos.
¿Por qué? Debido a la forma en la que lo gestionamos. Hay algo que llamamos los ladrones del tiempo. Estas distracciones constantes en el entorno laboral que hacen que desviemos nuestra atención de la tarea y se nos complique mucho avanzar. El email es el ladrón del tiempo por excelencia. Estamos trabajando en un reporte, vemos la notificación de un nuevo correo. Dejamos la tarea que estamos haciendo y vamos a contestar el correo. Aún sabiendo que quien espera una respuesta inmediata no nos va a contactar por email porque no es la forma de tratar cuestiones urgentes (en todo caso lo utilizamos para documentarlas, pero si tenemos una urgencia nos contactamos de forma sincrónica por teléfono, videollamada o chat). Aún sabiendo esto, sentimos esta necesidad que nos supera y abrimos el email para contestarlo.
Desviamos la atención de nuestra tarea, y empezamos a hacer multitasking (hacer varias tareas a la vez). Esta es una forma de gestionar nuestro tiempo. Otra puede ser trabajar en una cosa a la vez. Quiero aclarar algo, no hay mejor o peor. No hay una forma de gestionar mejor el tiempo que la otra, la única forma de saberlo es probar. Hay personas que por las dinámicas de su trabajo, necesitan realmente hacer varias cosas a la vez y por las características de la tarea, pueden hacerlo. Hay trabajos que no permiten hacer esto y solamente lo que logran es tardar mucho más tiempo del necesario en completar cada tarea.
La cuestión es que "lo que hacemos" con el tiempo, es lo que podemos gestionar. Es nuestro poder. Es nuestra gran ventaja y lo que nos va a permitir aumentar nuestros niveles de productividad y cumplir nuestras metas.
Claramente enfocarse en el trabajo (una o varias tareas a la vez, lo que a vos te funcione mejor), evitar distracciones (dejar el teléfono de lado cuando realizamos tareas que requieren mayores niveles de concentración), planificar y organizar nuestro día y desactivar las notificaciones de nuestra pantalla, son estrategias que a todos nos van a funcionar para gestionar el tiempo "de una mejor forma".
Este ejemplo que nos muestra la caricatura con el tiempo, podemos aplicarlo en todos los ámbitos del mundo laboral. ¿Podes modificar la forma en la que otros se comunican? No. ¿Podés modificar la forma en la que vos reaccionas? Sí. ¿Podes definir cuál es tu próximo trabajo? Sí. ¿Dependes de tu empleador para desarrlloarte y aprender las habilidades necesarias para conseguirlo? No necesariamente. Podés aprovechar lo que te brindan, pero vos también podes tomar las riendas de tu carrera y definir vos qué hacer. (Si querés aprender más sobre cómo crear planes de formación efectivos y de alto impacto para lograr tus metas profesionales, accedé aquí a mi nuevo curso con un precio especial).
La forma en la que gestionas el tiempo, depende de vos. Evaluá las diferentes acciones que podes tomar y elegí la que te brinde mejores resultados dependiendo de tu situación actual y de tu objetivo por alcanzar.
No podemos gestionar acciones en las que no tenemos influencia, pero sí podemos definir qué hacemos con ellas, cómo reaccionamos y de qué forma respondemos y actuamos.
Tu carrera es tuya. Tu formación depende de vos. Y vos tenés todo lo que necesitas para prepararte y conseguir el trabajo que deseas. Leer estos blogs, hacer cursos en Udemy, crear un plan de formación para estructurar tu aprendizaje y definir objetivos profesionales te van a ayudar a cumplir tus sueños. Esto sí que depende de vos, no depende de otros. ¿Estás list@ para tomar las riendas de tu carrera?
Ceci Mansilla